Él era un hombre de familia, una
persona que nunca abandonó a sus seres queridos. Si lo ven por alguna parte
díganle que todavía lo queremos y que nuestro cariño no se ha acabado. Se
perdió hace tres años, el día más triste de nuestra vida. Si lo ven por alguna
parte díganle que todavía lo queremos y que nuestro cariño ya se acaba. Todos
los años lo esperamos hasta tarde viendo por la ventana, esperando que su
silueta enmarque de nuevo el callejón que da a las montañas. Pero nunca más
vimos su rostro. Esperamos afuera hasta que un día los vientos lo devuelvan a
nosotros. Si lo ven por alguna parte díganle que todavía lo amamos y que
nuestro cariño no ha acabado. Se perdió hace seis años. No se ha acabado, se ha
extinguido. Su recuerdo se pierde en la memoria. El amor, el amor nunca…
Si lo ven por alguna parte, díganle
que lo extrañamos: sus hijos.
Santiago Contreras Soux, Mayo 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario